jueves, 11 de octubre de 2012

La Junta destina más de 300.000 euros a los Servicios Sociales Comunitarios de Estepona

Mientras el gobierno local del PP se dedica a destruir la estructura básica de la política social

El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía ha publicado una Orden de la consejería de Salud y Bienestar Social por la que se establece la distribución de las cantidades a percibir por el ayuntamiento de Estepona para la financiación de los Servicios Sociales Comunitarios correspondientes al ejercicio presupuestario 2012.
Según se establece en el BOJA, para proceder a la transferencia de fondos el ayuntamiento deberá entregar la ficha de evaluación del ejercicio anterior  por lo que el portavoz del grupo municipal socialista, David Valadez, ha reclamado al gobierno local del PP “que actúe con diligencia y no permita, con su dejadez, la pérdida de esta subvención, tal y como ya pasó el pasado año con las actividades formativas que la localidad desaprovechó por no haber hecho bien sus deberes”.
Gracias a esta Orden el ayuntamiento va a recibir un total de 384.036,19 euros, procedentes de la consejería de Salud y Bienestar Social (343.415,87 euros) y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (40.620,32 euros).
Valadez, del mismo modo, confía en que estos recursos permitan “frenar la desaparición de los Servicios Sociales Comunitarios, y de la política social a la que el PP está sometiendo el área municipal de Bienestar Social”.
“Mientras que desde la Junta se destinan recursos económicos para el mantenimiento de la estructura básica de la política social de Estepona el gobierno local del PP se dedica a destruirlo”, lamentó el dirigente socialista.
Así, el portavoz socialista recuerda cómo los trabajadores de los Servicios Sociales Comunitarios son los profesionales básicos que atienden directamente a los ciudadanos con problemas sociales de todo tipo.
Antes de la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), Estepona, con una población cercana a los 70.000 habitantes, tenía una plantilla de catorce trabajadores sociales, cuatro de ellos acogidos a distintos programas y subvenciones. Había cinco unidades básicas de trabajo social y un departamento de geriatría donde se gestionaban las prestaciones básicas para los mayores de 60 años, un departamento de atención a las personas con discapacidad y la gestión directa del Programa de Ayuda a Domicilio, coordinado por una trabajadora social.
“Con la aplicación del ERE han sido siete los trabajadores sociales afectados y los servicios sociales que tradicionalmente se han venido prestando se han convertido en inasumibles con el consiguiente perjuicio para los usuarios”, manifiesta Valadez.
“La delegación de Bienestar Social ha quedado sólo con tres trabajadores sociales en plantilla ya que las cuatro restantes están pendiente de la continuidad de subvenciones supramunicipales y asumen tareas que nada tiene que ver con las que vienen desempeñando el personal afectado por el ERE”.