Resulta imposible
alquilar una pista deportiva “porque no existen conserjes” según han denunciado
empleados municipales y jóvenes de la localidad
El concejal socialista de Estepona, Carlos Rodríguez, ha denunciado
públicamente mediante nota de prensa lo que califica “como una inoperancia e
incapacidad de gestión absoluta” que está provocando que “el ayuntamiento tenga
cerradas las instalaciones deportivas del municipio porque no existen conserjes
suficientes para garantizar su apertura”.
Así, han sido decenas las denuncias recibidas en el
día de ayer en la sede del PSOE esteponero por trabajadores municipales y
muchos jóvenes que “no entienden cómo el alcalde, José María García Urbano,
cierra las instalaciones deportivas en verano cuando ésta es una de las pocas
ofertas que ofrece el municipio a los miles de esteponeros que disfrutan de su
ciudad en este periodo de descanso”.
“Los socialistas ya lo denunciamos, hace meses. La
chapuza del ERE promovido por García Urbano no sólo ha supuesto un daño
económico y psicológico tremendo a los 176 trabajadores afectados sino que está
perjudicando de manera muy peligrosa a la prestación de servicios básicos que,
como todo lo que no es rentable económicamente para el alcalde, no merecen la
más mínima consideración por parte del PP local”, asegura Rodríguez.
“La falta de planificación del alcalde, también
en materia deportiva, ha sido absoluta. Es imposible hacerlo peor. Está claro
que no han tenido tiempo, entre privatización y privatización, para preocuparse
por el deporte público. Bien que se desviven por el privado y por subir
escandalosamente el alquiler de las pistas deportivas y la inscripción en las
escuelas deportivas municipales”, concluye el edil socialista.
Santo Tomás de
Aquino
Por otro lado, el edil también se ha referido al
inminente desalojo de la concesionaria del bar del polideportivo Santo Tomás de
Aquino y al papel que en todo este asunto está desempeñando el ex concejal
gilista, y hombre de confianza del alcalde, José López.
Además, desde el PSOE se lamenta “que el alcalde no
dedique ni un solo segundo de su tiempo, ni tampoco ningún responsable político
del gobierno local, a escuchar a los profesionales que han venido llevando a
cabo de manera extraordinaria su labor. Esa es la actitud del alcalde: ordeno y
mando”.